Simón Draco, un detective privado de Londres, antiguo mercenario en el Congo, recibe el encargo de viajar a Hamburgo para recoger dos piedras negras que forman parte de un antiguo legado templario. Allí encuentra muerto al anciano que debía entregárselas y, cuando regresa a Londres, descubre que su antiguo coronel, el mismo que le encargó el trabajo, también ha sido asesinado. Despues de un atentado, Simón Draco empieza a comprender que está en peligro: la más sangrienta y expeditiva facción de la mafia rusa quiere las piedras.
Cuando Draco por fin las consigue, los mafiosos asesinan a su novia de un modo especialmente cruel. A partir de este momento, y desgarrado por el dolor, Simón Draco se propone asesinar al capo invisible que condenó a la mujer que amaba. Para ello contará con el apoyo de Arthur Perceval, un pirata informático al que conoce casualmente. Gracias a este y siguiendo el hilo de cuentas bancarias suizas y datos existentes en internet, Simón Draco viaja a São Paulo tras la pista del asesino, donde se deja reclutar por Lola Banqueri, una atractiva agente de la Oficina de Represión del Narcotráfico.
Siguiendo el rastro de las piedras templarias, Draco descubrirá una trama más compleja de lo que sospechaba, que llega a involucrar a criminales de guerra nazis emboscados en Paraguay, mafiosos sicilianos y la iglesia ortodoxa griega todos ellos manipulados por la Iglesia Católica, donde hay unas luchas internas para la sucesión del Papa. Éstos custodian el arma más potencialmente subversiva para Occidente: la verdadera reliquia de la sangre de Cristo, a partir de la cual un laboratorio de ingeniería genética se propone devolver a Cristo a la vida.
Autor: Nicholas Wilcox (Seudónimo de Juan Eslava Galán)
Serie: Trilogía templaria.
- Los falsos peregrinos. (2000)
- Las trompetas de Jericó. (2002)
- La sangre de Dios. (2002)
Links / enlaces:
La sangre de Dios (Editorial Planeta)
La sangre de Dios (Google Books)
http://www.juaneslavagalan.com/ficha.php?id=54
Entretenido, mejor que el segundo. Típico libro de asesinos, servicios secretos...
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